DÍA 210:
Érase una vez en el año 1984, un músico reconocido y talentoso, que tenía una bebita que no quería dormir. Entonces, al papá se le ocurrió la idea de inventarle canciones, para que la chiquita pudiera conciliar el sueño.
Si bien era cierto que sabia mucho de música para adultos, no tenia ninguna experiencia con la de bebés, así que se puso a experimentar, y lo que comenzó como un gesto de amor de un padre para una hija, culminó en una colección de música para bebés, que ha ido aumentando con el tiempo.
Hoy en 365 Días de Valentía Moral, nos referiremos a Felix Pando, un ARTISTA multidisciplinario, extraordinario músico, arreglista, productor musical, y compositor de innumerables melodías y canciones, entre las cuales, encontramos las realizadas para los bebés, y para los niños con condición de autismo.
“La música de bebés estimula el pensamiento. Se trata de un juego, en el cual mi música les cuenta historias a los pequeños. Investigué mucho y aprendí de médicos y otros especialistas, que habían realizado estudios sobre la influencia de la música en los niños”.
“Además, tenía una tía con Sindrome de Dawn, y varios amigos, cuyos hijos estaban en condición de autismo. Justamente, para la navidad del 2012, una de esas amigas llegó a casa, y observé lo que sucedía con el niño de 7 años”, relata Pando.
Fue a partir de ese momento, que el músico finalmente se volcó en el proyecto que le venia dando vueltas en la cabeza desde hacia tiempo. Se involucró en el tema del autismo, conoció del efecto que los sonidos producían en los niños, y se fue a estudiar a Estados Unidos, todo lo referente a sonidos, ritmos y melodías, en tonos mayores y menores.
Visitó colegios, habló con familiares de chicos en esta situación, y finalmente, un par de años después, el proyecto se concreto, en lo que son dos Cds de música, especialmente compuesta para niños en condición de autismo, de los cuales pueden ver algunos en Youtube, bajo Felix Pando Autism.
Y si desean recibir los dos CD's completos y en forma gratuita, solo escriban a www.felixpando.com
“Me di cuenta que podía hacer música para estos niños, utilizando las mismas técnicas que usaba para componer la música de los bebés”.
“Es largo de explicar, dice Felix, pero se puede resumir en que tiene que ver con el tiempo del corazón. La música para bebés, no tiene muchos bajos, porque los asusta. Los instrumentos como la caja de música, el xilófono, el clarinete, la flauta, son los ideales para ellos, e incluso la madre puede cantar sobre la “pista”, y dormir al bebé con el sonido”, expresa Felix.
Para el talentoso y sensible compositor, en la música que escribe, “cada instrumento representa a “alguien”. Por ejemplo, un instrumento puede equivocarse, y viene otro a corregirlo, y lo hace tocar la misma melodóa, pero “correctamente”, es decir, le cuento historias a los chiquitos”.
“A los niños en condición de autismo, no hay que hacerles música que los saque de lo que están haciendo. Son muy matemáticos al pensar, de ahí que la música sea muy repetitiva. Los instrumentos que se utilizan, no son ni muy agudos, ni muy graves. La clave está en la técnica de la velocidad de la música, que en el caso de los niños con autismo, esta relacionada con la velocidad del corazón".
“Cuando se utiliza esta técnica de la velocidad de la música, que aprendí con los especialistas, especialmente con el Dr. Schwartz, se reduce la velocidad de la música muy lentamente, y el corazón reacciona, bombeando más lentamente, lo cual resulta en que el niño, en este caso el niño en condición de autismo, se tranquiliza, o se duerme.”
Según Pando, la música es un elemento muy importante en los niños con esta condición; les crea un ambiente de fondo que les ayuda a que jueguen, o que se tranquilicen, y eso es lo fundamental.
“Recibo muchas cartas, correos, en los que los padres me comentan acerca de los que les sucede a los niños cuando les colocan “mi música”. Y yo me siento feliz al leerlos, porque siento que lo que hago, ha ayudado al grupo familiar”.
Felix Pando está haciendo la diferencia, de manera notable, a través de sus composiciones musicales, que contribuyen a mejorar la calidad de vida de los niños en condición de autismo.
Además, rompe de manera armónica, el cerco de comunicación que en muchas ocasiones, se presenta en esta realidad, cuando el músico abre nuevos espacios de bienestar para los niños, para su grupo familiar y su entorno social.
Como anécdota final, y para los que les “suena” el nombre Felix Pando, efectivamente, es el mismo de “La Joven Guardia”, el grupo musical que revolucionó a finales de los 60, y cuyos éxitos mantienen hasta hoy, la misma vigencia.
Esta es tan solo una faceta distinta del talentoso artista, que siempre ha querido aportar su grano de arena a distintas causas “humanas”, y que mejor forma de hacerlo que mediante su música.
Les recordamos, una vez mas, que pueden tener sus videos gratuitamente, encargándolos por la página arriba colocada.
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