21 de febrero de 2014

Día 53: Joe Rodríguez, Cuando el Cóndor Pasa haciendo Valentía Moral a través de la Música.

A,
Ana Vizquerra
por enviarnos el vínculo del hermosísimo trabajo que realiza
Premio  INTEGRACIÓN  Perú.                              

“Para mí fue triste darme cuenta que siempre discriminamos. Una vez se me acercó una señora y me dijo: ‘mi hija quiere tocar con ustedes porque los ha escuchado en la radio, pero nosotros NO somos de escasos recursos, ¿cómo hago? Ahora esa niña pertenece a la Orquesta de Barro”.

Joe Rodríguez.

Para 365 Días de Valentía Moral es siempre un motivo de alegría en el alma, honrar a gente u organizaciones que hacen la DIFERENCIA. Es justamente este tipo de perfil el que buscamos como inspirador para nuestras lectoras y lectores.     

Nos mueve la esperanza que lo que leen en la página, lo llevaran algunos a la práctica…un sueño parecido, tal vez una inquietud que se ha quedado agazapada debajo y detrás de los problemas cotidianos.

Se requiere de Valentía Moral, para tomar la decisión de entregarse o dedicar una parte de la vida a HACER algo por otros; la compensación es que al final redunda en una satisfacción personal al ver la sonrisa de muchos que sienten que han sido tomados en cuenta, aunque no haya sido esa la idea primordial del “emprendedor”.

El Premio Integración Perú es una de esas instituciones que durante 12 años ha premiado la iniciativa y los logros alcanzados por parte de algunos de los ciudadanos, que han querido hacer la DIFERENCIA a través de sus acciones en Perú.

Hoy dedicaremos nuestra nota a Joe Rodríguez, Premio Integración 2005, por su Orquesta de Barro.


Joe Rodríguez, amante de la música clásica, fue el “padre” de La Orquesta de Barro, la cual vio la luz hace 9 años. Comenzó como un conjunto musical integrado por niños y jóvenes de Trujillo y Chimbote, quienes encontraron en sus composiciones, la oportunidad para seguir creciendo académica y personalmente.
“La idea era darle a los chicos herramientas, posibilidades y otras perspectivas que no tendrían sino están en la música”, comentaba Joe Rodríguez.     

El proyecto social se inició con niños de escasos recursos y se volvió exitoso. Más adelante infantes y adolescentes de diversos niveles económicos también se sumaron a esta propuesta. Joe Rodríguez no discrimina.



Hoy, el creador de Orquesta de Barro, puede sentirse satisfecho y disfrutar del éxito de los chicos que la conforman. Algunos ya son músicos y trabajan en la Orquesta Sinfónica de Trujillo o se fueron a estudiar al extranjero. Para otros fue una experiencia importante, aunque se dediquen a otras profesiones. En tiempos recientes, la Orquesta de Barro fue invitada a tocar en Berlín.

Joe podría haberse quedado en Alemania, donde estudio y trabajo durante 10 años. Y es justamente allí donde radica su Valentía Moral: haber tomado la decisión de regresar a su comunidad en Perú, para darle la oportunidad a otros chicos,mayormente marginados, de tener un futuro más promisorio a través de la música, cuya sublimidad absoluta sin duda provoco, provoca y seguirá provocando para siempre, cambios en la sensibilidad  de estos jovencitos.





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