7 de febrero de 2014

DÍA 38: PHILOMENA, la Capacidad Humana para conceder el Perdón... 1, 2, 3... Perdonar es Valentía Moral.

Un hombre valiente no sólo debe perdonar, sino también desear el bien a su enemigo, de igual manera que el árbol del sándalo, una vez abatido, baña con su perfume el hierro que lo hirió. (Ania,antiguo libro indio)



Entre los años 1940 y 1973, cuando el aborto era tabú, ilegal y la maternidad en mujeres solteras algo inadmisible, eran pocas las opciones que les restaban a las jovencitas que quedaban embarazadas. Y cuando hablamos de opciones, nos referimos a los CASTIGOS: un aborto ilegal que podría resultar en la mutilación o la muerte, una vida de paria por su condición de madre soltera, ser llevada a uno de los cientos de hogares manejados por monjas para madres solteras durante su embarazo, renunciar a sus bebés, darlos en adopción y regresar a casa como si no hubiera pasado nada. De manera abrumadora, la gran mayoría de las mujeres eligieron-o se vieron obligadas a elegir- el último castigo.


365 Días de Valentía Moral los invita a disfrutar del Séptimo Arte, tanto como nosotros lo hacemos, a descubrir en forma entretenida claves de Valentía Moral. La película PHILOMENA es un gran bocado para este día. A disfrutar!

Asi fuera solo por deleitarse con la extraordinaria actuación de Judi Dench, por su emotividad, su ánimo intenso y a la vez mesurado, ya valdría la pena ir a ver la excelente película británica titulada PHILOMENA (2013) y dirigida por Stephen Frears. Pero aun hay mas razones. No es casual que el film haya sido nominado como candidato al Oscar 2014 en 4 categorías.

Basada en el libro EL HIJO PERDIDO DE PHILOMENA publicado en 2009, cuenta la historia de Philomena Lee, una adolescente irlandesa, que tras quedar embarazada, es recluida como castigo a su “abominable conducta” en un centro católico regido por monjas intolerantes y mas tarde, obligada a dar a su niño en adopción.

Al salir de ese centro, comienza la búsqueda del hijo que le arrebataron. 50 años después decide contar su gran secreto, el de su hijo que nunca pudo olvidar. Philomena necesita encontrar la respuesta a la pregunta que más se ha hecho durante este tiempo: ¿Alguna vez habrá pensado en mí? Dedica cincuenta años de su vida a encontrarlo. Durante ese proceso, conoce a un periodista desempleado, ex-corresponsal de la BBC en Moscú.

El hombre, a pesar de la depresión y angustia que está vivenciando por un escándalo político, adolece de cierto esnobismo que le lleva a subestimar el periodismo que lidia con "historias de interés humano”, por lo cual es reacio a trabajar en la de una mujer que se vio obligada a renunciar a su bebe 50 años atrás.


La reticencia inicial del periodista va cediendo y percibir ese proceso que de alguna manera comienza a "humanizarlo", inmediatamente nos engancha como espectadores.

La película retrata la relación de la mujer irlandesa y el ex-comunicador social, así como la búsqueda del hijo, con profundo sentido humanista. Cada frase es sutil; por eso, las posiciones ateas del periodista conviven con la práctica religiosa un tanto ingenua, aunque valiente, de la madre  que desea encontrar a su hijo.

Ningún asistente puede salir del cine incólume ante el planteamiento de la película. Es polémico el tema. Para algunos, el manejo desde la perspectiva del Perdón, puede resultar convincente. Para otros, desagradable. Pero resulta innegable afirmar que los personajes y estilos ayudan a lograr una intensa mirada personal y a los valores que forman parte del conflicto.


Es memorable la ira que muestra el periodista Martin Sixsmith, al descubrir la historia de lo sucedido a un niño nacido fuera del matrimonio, frente al sentido del Perdón y la Fe que Judi Dench, como Philomena, le da a los mismos hechos.        
                                                          
Tal vez la cuestión más importante que explora "Philomena", es el papel que desempeña la capacidad humana para evolucionar y continuar con la vida. La Valentia Moral de la protagonista esta en aceptar lo que le ha sido destinado y en su practica del Perdón como forma de seguir adelante sin rencores. Pero asimismo, y exactamente por los valores que cumple como creyente, decide reinvindicar la importancia de contarla verdad de su historia sin velos ni secretos. "Quiero que publiques mi historia...Se debe saber lo que aqui ocurrió".                          

“No dejaremos de explorar y el fin de nuestra exploración sera encontrar el punto de partida y conocer el lugar por primera vez” T.S. Eliot



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