365 DÍAS DE VALENTÍA MORAL
El nuevo modelo social del siglo 21 es necesario que se edifique sobre valores universales, donde quepan todas las creencias, y aún incluso, los individuos que no son religiosos. Entonces y sólo entonces, la paz será posible.
Es necesario sentirnos ciudadanos del mundo, hacer que los niños se vean a sí mismos no como personas que viven en un trozo de tierra, porque eso sólo crea más aislamiento. La visión global es hoy nuestro desafío. (Lech Walesa)
Lech Walesa nació en 1943, en mitad de la Segunda Guerra Mundial, en la pequeña localidad de Lipna, Polonia, en un lugar humilde de campesinos. De su madre heredó las profundas convicciones religiosas que han marcado toda su vida.
Fue un activista sindical que organizó y dirigió Solidaridad, la primera organización sindical independiente de su país. Durante un tiempo fue un líder carismático desde su condición de obrero, electricista industrial, siendo detenido en varias oportunidades.
Por permanecer firme en su lucha, sin acudir a la violencia, recibió el Premio Nobel de la Paz en 1983. En 1990, donó los US$ 200.000 que obtuvo del premio a un fondo destinado a reconstruir el país. Walesa es el gran símbolo vivo del gran cambio histórico que ocurrió en Polonia, aunque no todos le sigan hoy.
El legado ético e histórico de Lech Walesa, de acuerdo a la Revista Time, “es de las grandes ironías de la historia: una de las cosas más cercanas a una genuina revolución de trabajadores que hayamos visto fue dirigida contra un autodenominado estado de los trabajadores.
Polonia fue el rompehielos para el resto de Europa Central en las revoluciones de terciopelo de 1989. La contribución de Walesa al fin de la guerra fría.
Su Valentía Moral se expresa en su elección que hizo para hacer la diferencia:
“Siempre soy libre, incluso en prisión. Mis pensamientos, mis sueños y mis aspiraciones no pueden ser destruidos materialmente”.
P.D.
A la luz de esta nota sobre Lech Walesa, deseamos resaltar el día de hoy 23 de enero de 2014, los 56 años del fin de la Dictadura en Venezuela del General Marcos Pérez Jiménez, quien ejerció el poder de manera personalista por 5 años con la doctrina del Nuevo Ideal Nacional.
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