Y pensar … Lo que para nosotros resulta insignificante en cambio para otras personas es vital. Es necesario evitar el desprecio hacia áquellos actos humanos que sencillamente lo único que requieren, de nosotros, es un mínimo de generosidad humana.
Gracias a su voz y valentía, Rose Fostane se ha convertido en la embajadora de los 40.000 trabajadores filipinos en Israel que muchas veces se sienten invisibles en tareas que no son muy solicitadas como cuidar ancianos o limpiar casas.
Rose Fostane descubrió su talento musical a los seis años cantando en Manila. Su infancia no fue la que soñaba. Un día, cuando tenía once años, su padre se fue a trabajar y no volvió. A día de hoy, aún no sabe por qué. Debido a la situación económica, no tuvo más remedio que trabajar desde los 13 años.
Tras trabajar en Egipto, Líbano y Dubai, Rose llegó a Tel Aviv. Como muchas filipinas, trabajaba cuidando a una mujer enferma. Un cazatalentos vio a Rose en acción en un local de Karaoke, al día siguiente ya estaba participando en las pruebas del formato israelí de X-Factor.
Resultando ganadora recientemente el 12 de enero del 2014. La cantante no habla hebreo y se ha convertido en toda una estrella con su voz que busca inspirar a su comunidad. Actualmente se ha convertido en una de las figuras más admirada por los israelíes.
Rose Fostane, además, ha trascendido el paradigma o estereotipo sobre un tipo ideal de belleza dando paso a la autoaceptación de sus condiciones personales, en las cuales lo vital es su talento, en este caso, su Voz.
Su valentía personal al interactuar en un espacio donde lo relevante es la juventud y un estilo apegado a los centros de modas, como es el caso de los concursos, indican que lo principal para ella fue la confianza en su talento, no acobardase por el reto e inspirarse en una vida mejor para ella, como para la comunidad de trabajadores filipinos en Israel.
Su valentía le ha permitido ponerle Voz a los Filipinos en Israel…
Y aquí, Rose pone la diferencia!
Fuentes:
Instituto Chileno-Israelí de Cultura, 2014
Diarios el Tiempo y el País - 2014
* Lilian Rotter.
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