Hay eventos en la vida, que funcionan como un “sacudón”, que nos movilizan y nos inspiran. Nos hacen tomar conciencia de la realidad que nos rodea, e incluso, en ocasiones, nos llevan a cambiar nuestro estilo de vida.
Esto fue lo que le ocurrió a nuestro personaje de hoy.
En 365 Días de Valentía Moral, presentamos a la joven diseñadora, Veronika Scott, fundadora del “Plan de Empoderamiento, sin fines de lucro”, en su ciudad, Detroit, Estados Unidos.
Verónika, de 25 años, se encontraba realizando un curso de “Activismo en el Diseño”, en la Universidad de Estudios Creativos de Detroit, cuando le asignaron el proyecto de esbozar un producto que fuera útil, para su comunidad.
Era obligatorio hacer el trabajo, en contacto con los vulnerables. Nada de investigar por internet.
Una noche, Scott se dirigió a un refugio local para investigar.
Los resultados de esa experiencia fueron de terror. Salió desanimada y pálida con los gritos, y la agresividad verbal, tras solicitar ayuda para su proyecto, a aquellos que ocupaban el lugar.
Ella había tomado la decisión de diseñar un abrigo para los indigentes. Visitaba frecuentemente el refugio, para tener feedback de su “modelo de abrigo”.
Andaba ya por la séptima versión de la indumentaria, cuando “recibió un baldazo de agua fría”, por parte de una mujer del albergue. Ella lo cuenta en el video.
El hecho es que aquel evento cambio su vida para siempre, así la de la gente de ese albergue.
Cinco meses, visitando ese mismo sitio- conocido en la calle como “Infierno”- tres veces por semana, para que a Scott, finalmente le bajaran las “musas”, sobre cual seria su proyecto.
En sus largas conversaciones con los asistidos por la comunidad, entendió que estas personas deseaban ser autosuficientes e independientes, en lugar de depender de otros, para su alimentación y vivienda.
Aquel día que “recibió el balde de agua helada”, todas las piezas del rompecabezas encajaron, y nació su idea de confeccionar “Bolsas de Dormir/Abrigos”, para los indigentes, realizados, por los propios indigentes!!
Aunque para suerte de Veronika, nunca le tocó vivir la experiencia de no tener un hogar, afirma “que su familia siempre ha estado un paso lejos de ella”.
Fue gracias a que otros miembros de su familia o amigos, siempre vinieron en su rescate, que la diseñadora, no termino viviendo en la calle.
Sus propias vivencias la hicieron empática, ya que está consciente que “hay una línea muy delgada entre donde estás ahora, y donde podrías estar”, refiriéndose a la posibilidad de terminar como indigente.
A través de su “Plan de Empoderamiento, sin fines de lucro”, Scott le da trabajo a decenas de mujeres sin recursos, quienes fabrican abrigos impermeables, que también sirven como sacos de dormir, para personas en situación de indigencia.
Para sorpresa de todos los que criticaban “destructivamente”, opinando que era imposible el éxito de esta iniciativa, Veronika y sus costureras, la mayoría, cabezas de familias, demostraron en poco tiempo, un alto grado de compromiso, dedicación y motivación, que las ha llevado a una producción significativa de los abrigos/sacos de dormir, en estos dos últimos años.
Veronika Hace la Diferencia, de una manera que no deja lugar a dudas, acerca de cómo nuestras acciones, contribuyen a nuestro propio bienestar, al tiempo que ayudamos a que otros también lo obtengan, y lo ejerzan por los demás.
Por esta acción, ha recibido el “Premio Nueva Frontera de la Fundación Biblioteca John F. Kennedy”, cuyos integrantes describen a Veronika, como “una persona capaz de brillar con luz positiva en Detroit. Está haciendo una contribución al servicio público”.
Los invitamos ahora, a que conozcan, en imágenes, a esta jovencita, que es un ejemplo de resistencia y optimismo y cuya acción, ojala inspire a otros jóvenes, a imitarla en su misma área, o en alguna otra, en que puedan hacerle un bien a su comunidad.
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