Las ideas no duran mucho. Hay que hacer algo con ellas.
Santiago Ramón y Cajal
José Luis Mostarda Sangiovanni
Porque no quería seguir viviendo entre maleza, porque no quería estar caminando sobre escombros, sorteando ruinas y basura, por todo esto, fue que nuestro personaje del día, ELIGIÓ convertir la decadencia en Arte, naciendo así un proyecto, que constituye un Grito a la Indiferencia.
Hoy, en 365 Días de Valentía Moral, queremos reconocer el mérito de Tyree Guyton, y su “Proyecto Heidelberg”, un ingenioso e impactante diseño urbano comunitario, que ha logrado reconocimiento alrededor del mundo.
Erase una vez, en un día cualquiera del año 1986, que el artista Tyree Guyton, y su abuelo Sam Mackey, residentes desde siempre, de la calle Heidelberg, se propusieron recuperar su degradado y peligroso barrio de Detroit, Estados Unidos, a través de intervenciones artísticas puntuales de bajos costos.
Siguiendo esa premisa, comenzaron por limpiar las casas, para luego pintar puntos de colores en las fachadas de algunas de ellas, y poco a poco - en una especie de ataque de “virus urbano”-, el barrio se fue llenando de lunares.
Los vecinos de la zona se emocionaron con los efectos del trabajo, y quisieron ser también protagonistas del proceso de cambio.
Adultos y niños – que para estas cosas son geniales e imprescindibles- comenzaron a aplicar su creatividad para transformar los desechos producidos en la zona, en cosas increíblemente originales: carritos de la compra colgados de los árboles, coches abordados por peluches-piratas, un jardín-huerto de aspiradoras de colores, elementos que se convirtieron en parte del paisaje común del lugar.
El vacío de la que había sido una calle abandonada a su suerte, se vio completado con “toneladas de arte”, y las viviendas quemadas, florecieron como esculturas en tamaño real.
En dos ocasiones, el gobierno de la ciudad quiso demoler el arte, pero este oasis de creatividad sigue sobreviviendo, gracias a la perseverancia de los artistas, que inspiran a la comunidad local-, y gracias también a su reconocimiento a nivel mundial, como un monumento urbano al arte, de alta y positiva influencia.
Aquella ciudad desolada por olas de emigrantes que la dejaron atrás, debido a la crisis de empleo, y la caída de la industria automotriz, es hoy visita obligada, gracias a El Proyecto Heidelberg.
Este espacio urbano, donde se combinan Arte, Energía y Comunidad, hoy es un centro de estudios de arte, que no solo despierta la conciencia artística en los niños, sino que además promueve el trabajo de distintos artistas, los ayuda para seguir con su camino, y se ha constituido en una forma de sanación en los barrios.
Tyree, “el artista ambiental urbano”, eligió hacer la diferencia, y dio todo de sí para lograrlo.
Su valentía reside en ese ímpetu de humanidad, que lo impulso a sonar con un proyecto para desarrollar la convivencia como ciudadanos universales, y en el cual fue involucrando progresivamente a gente del barrio, y después a las autoridades, en lo que constituye una hermosa experiencia de creatividad para salvar vidas.
FUENTES
www.3viajes.com/el-proyecto-heidelberg-de-detroit
blog.decorapolis.com/.../impresionante-proyecto-de-arte-urbano-heidelberg
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