Alex y Jacqueline Glijn jamás se imaginaron que algún día serían “estrellas”, y menos aún, que viajarían por distintos países del mundo, dejando una huella de emoción y belleza por donde pasaran.
En 365 Días de Valentía Moral, hoy compartimos el coraje y la trascendencia de Jacqueline y Alex Glijn, quienes hacen la diferencia, a través de una danza sublime, unida a la perseverancia y la superación de los obstáculos que les han tocado en la vida.
Tanto a Jacqueline como a Alex, les encantaba bailar. También eran deportistas.
Se reencontraron en el 2005, y se casaron un año después.
Una historia común y corriente, podría decirse...
Cuando Jacqueline tenía 25 años, los médicos le diagnosticaron la enfermedad del Lupus, lo cual se convirtió en un impedimento para que la joven holandesa pudiera llevar una vida “normal”.
Pero Jacqueline amaba el baile, y abandonarlo, no era una opción para ella, así que retomó sus practicas de danza, salvo por un detalle…las hacia sentada en una silla de ruedas.
"Yo le decía que podía hacerlo mejor. Y llego un día en que Jacqueline me dijo que la única posibilidad de que pudiera mejorar, era que yo participara junto a ella”, relata Alex, quien trabajaba como policía en aquellos años.
La aventura comenzó. La pareja de bailarines holandeses entrenaron durante un tiempo, y luego decidieron participar en algunas competencias de danza, entre ellas, la de “Holanda tiene Talento”, versión de la famosa “Britain’s Got Talent”, que llevo a la fama a Susan Boyle.
Jacqueline y Alex llegaron a la prueba final, y quedaron en el segundo lugar.
"Al principio, lo hicimos únicamente por nosotros mismos, pero rápidamente entendimos que a la gente le “llegaba” nuestra historia”, dice Jacqueline.
De allí en adelante, siguieron danzando, pero ya no para ellos solamente, sino para un público que los quería ver en ese lúdico y romántico baile tan especial, en el cual Jacqueline, en su silla de ruedas, danza con su esposo.
En el 2013 emocionaron al público en el “Crystal Boot”, y el 22 de marzo de este año, hicieron una demostración, como representantes de Holanda, en el Reencuentro Nacional de Países”, llevado a cabo en Issoudun, Francia. Ya se han presentado también en Estados Unidos.
Sus coreografías son sublimes…En ellas, los sentimientos de Amor del uno por el otro, su pasión por lo que están ejecutando, la gracia, elegancia y belleza de esas danzas en las cuales “desaparece la silla de ruedas”, mueve la fibra de los espectadores que asisten a sus shows.
Para Alex, la historia de Jacqueline, “es una demostración que si te lo propones, incluso teniendo una discapacidad, puedes lograrlo. Si realmente algo te apasiona, encontrarás una manera de hacerlo. Todo está en tu mente. Hay personas discapacitadas que se nos han acercado diciéndonos que gracias a nosotros volvieron a sentir ganas de salir adelante".
Jacqueline y Alex representan la fuerza de la perseverancia, y la valentía de superar los obstáculos, con Amor y Estética.
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