15 de marzo de 2014

DÍA 74: PLÁCIDO DOMINGO, "El Atleta de la Música"

“La música te hace crecer, la música no deja indiferente a nadie, te hace ser distinto de quien eras antes…, realmente la música te hace sentir vivo“.
Plácido Domingo

A:
Emanuel Abramovits 
David González

Dicen que “el fruto no cae lejos del árbol”. En el caso de nuestro personaje de hoy, el dicho se aplica totalmente, con la salvedad que “el fruto” alcanzó una estatura musical jamas imaginada por el matrimonio de Josefa Embil y Plácido Domingo, los dos cantantes de zarzuela que trajeron al mundo, a quien hoy por hoy está considerado como el más famoso tenor de todos los tiempos.



En 365 Días De Valentía Moral, hoy resuena la voz prodigiosa de José Plácido Domingo Embil, mejor conocido simplemente, como Plácido Domingo.

“El Granado”, apodo que le pusieron al chico Domingo por su afición de cantar desde pequeño la canción “Granada”, se trasladó a Ciudad de Mexico junto con su familia, cuando tenia 8 años. Allí muy pronto se destacó en las lecciones de piano.
Paralelamente a sus estudios de diversas especialidades en música, Plácido intentó ser futbolista profesional, trabajó con valentía y perseverancia como arreglista, hizo los coros de populares músicos mexicanos de rock and roll. Además, quiso también ser torero, intervino en comedias musicales, acompañó a cantantes en salas de fiestas y recibió alguna que otra oferta para hacer cine.

Fue recién en 1959, que Plácido Domingo debutó como cantante de Ópera, alcanzando el gran triunfo en 1962, cuando se unió a la Ópera de Tel Aviv, la Opera Nacional de Israel, en la que estuvo dos años y medio, y cantó en 280 representaciones.
Con su voz versátil, de barítono y tenor, supo manifestarse en diversos escenarios tanto americanos como europeos, una voz para dos mundos.
Plácido Domingo no es de mentalidad cuadrada. Ejerce su Libertad como cantante y siente que es eso precisamente lo que esperaban los autores de las óperas que él ha interpretado.


Esa misma libertad, se une a su profundo deseo de que la música, bien entonada, sea accesible a todo ser humano, y no únicamente a quienes aman y pueden permitirse asistir a la ópera. De ahí que lo veamos subirse a distintos escenarios no convencionales y compartir con otros cantantes diferentes manifestaciones musicales. Por ejemplo, en la música pop, donde hizo duetos con Carlos Santana (Shaman), el grupo vocal mexicano Pandora, el cantante ranchero Alejandro Fernández, la popular Lucero, o el estadounidense Michael Bolton, con quien realizó una sentida versión del Ave María.

Con ello, el cantante logra conquistar, no sólo al público de la música lírica, sino también a un público acostumbrado a escuchar otros estilos musicales. Y lo logra, no solo por su sencillez como persona, pese a su fama bien ganada, sino también por interpretar distintos temas que podríamos etiquetar como “populares”.
Y si nos enfocamos ahora en el lado mas “humano” de Plácido Domingo, debemos decir que su inmensa sensibilidad se ha visto canalizada en innumerables situaciones de gran envergadura.


Tras el terremoto de 1985, que devastó parte de la capital mexicana, lo observamos en las labores de rescate del complejo urbanístico de Tlatelolco, donde residían algunos de sus familiares. Al año siguiente, dio varios conciertos a beneficio de las víctimas, siendo el más importante el titulado “Plácido y sus Amigos”. Desde el Anfiteatro de la ciudad de Los Ángeles, él, y “sus amigos”, Frank Sinatra, Julie Andrews, John Denver y el grupo mejicano Pandora hicieron el extraordinario concierto con fines beneficos.

Definitivamente, la calidad y el profesionalismo del cantante, sumados a su versatilidad, ya sea en la música, como en su humanidad, lo han hecho digno de premiaciones, reconocimientos y homenajes, como el recibido en su cumpleaños 70, acompañado por la reina Sofía en el palco real.

Por muchas razones, a PLÁCIDO DOMINGO se le ha llamado “atleta de la música”. Ciertamente, su resistencia y su capacidad de trabajo son algo casi inexplicable.

Algo simpático que sin duda implica un gran honor, es haber sido el primer español en aparecer en un episodio de la serie Los Simpson, interpretándose a sí mismo en “El Homero de Sevilla”. Tiene seis óperas filmadas, montones de apariciones en televisión con fines de caridad…y como dicen, pare usted de contar, pero en realidad nos estamos quedando demasiado cortos tomando encuenta el enorme caudal de altruismo que posee nuestro personaje de hoy.



En 2002, grabó el himno conmemorativo del centenario del Equipo Real Madrid, el cual interpretó bajo la lluvia y en el césped del propio estadio Santiago Bernabéu,el mismo día del cumpleaños número cien.

La BBC ha catalogado a Domingo, como el mejor tenor de todos los tiempos, encabezando el ranking  por encima de Caruso y Pavarotti, y no vayan a creer que ha sido por capricho editorial, sino  basado en el record de sus hazañas.
Placido Domingo es el único tenor que ha superado el umbral de los 130 roles, ostenta la ovación más larga de la historia (80 minutos y 101 telones durante uno desus Otelos en Viena), ha inaugurado en diez ocasiones la temporada en La Scala, en otras 18 la del Met, tiene 101 óperas grabadas, ha conseguido ocho discos de Oro y ha cubierto una pared con nueve premios Grammy y tres Latin Grammy.

Jose Plácido Domingo Embil, ha tenido la valentía moral de conectar su voz a la música, con el objetivo de comunicarse con la mayor parte posible de la sociedad.

"Una vez a la semana un poquito de música debería ser obligatoria". Su compromiso con la Música es Vital. Considera que todas las escuelas deberían incluirla como asignatura obligatoria. Señala que aprendiéndola desde el colegio, posibilitaria a los niños estar preparados para el día de mañana.

El mejor tenor de todos los tiempos, no se conforma con su autorrealización, sino que desea contribuir a la realización de otros seres humanos. Y eso se llama, HACER LA DIFERENCIA.

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FUENTES: 
Codigo10.mx
caras.com.mx
laopera.net

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