"¡Ahí está el detalle! Que no es ni lo uno, ni lo otro, sino todo lo contrario".
Mario Moreno "Cantinflas"
A,
Mimi y
A,
Los que juegan con las Palabras
para descubrir su propia Valentía Moral;
“Un dia en que el programa de cierta carpa debía cambiar por causas de fuerza mayor, el empresario le pidió a Cantinflas, quien actuaba desde hacía poco en ese foro, que presentara excusas al público por el cambio de planes. El nervioso mimo, con frases entrecortadas repetitivas, acompañadas de ademanes inverosímiles, fue a cumplir con la orden. El público, en lugar de abuchearlo, irrumpió en carcajadas. La magia había comenzado”.
Las líneas superiores dan cuenta de una de las muchas leyendas que circulan con respecto a la forma en que surgió el personaje de Cantinflas.
Hoy, en 365 Días de Valentía Moral, queremos recordar y honrar con una sonrisa, a ese personaje, también conocido como El Mimo o El Cómico de la Gabardina, de ralo bigote, pantalones a media altura, ropa haraposa, y peculiar manera de hablar. Gracias a todo esto, o a pesar de todo lo mencionado, ese extraño individuo logró cautivar al público, convirtiéndose en uno de los humoristas más grandes que ha tenido Hispanoamérica, desde siempre y para siempre.
Hablamos de Mario Fortino Alfonso Moreno Reyes, mejor conocido como Mario Moreno, el inconfundible “Cantinflas”, el Charles Chaplin mejicano. Por cierto, se dice que el mismísimo Chaplin lo admiraba e intentó hacer una película con él, pero no se dieron las cosas. Incluso más, una vez Chaplin se refirió al cómico mexicano, como “el mejor comediante del mundo".
Nacido en 1913, en el seno de una numerosa familia de Ciudad de México (eran catorce hermanos), cuentan ”que su frecuente contacto con los arrabales y las constantes privaciones, moldearon el carácter del travieso muchachito, que ya desde los días escolares hacía reír a sus compañeros, imitando alguna figura pública o algún político”. Aunque ganó una beca para estudiar Medicina, Moreno no pudo terminar sus estudios, por falta de medios económicos.
La clave del éxito de Cantinflas, que se mantiene vigente hasta hoy, consistía en que su personaje reflejaba al hombre del pueblo, que unas veces se mostraba tímido y otras atrevido, a veces humilde y a veces hablador, sentimental, orgulloso y la mayoría de las veces, irresponsable y enamoradizo.
"Tons como te dije", fue tan célebre el estilo en que se expresaba este personaje, el mismo que tomaba los textos y los recreaba de una manera absolutamente caótica, por momentos incomprensibles literalmente, que la Real Academia Española incluyó en su diccionario, el verbo cantinflear, la palabra cantinflada y los adjetivos cantinflesco y cantinflérico.
Cantinflear es el término que significa hablar mucho, pero no decir nada. Hablar con rodeos.
Esta práctica la popularizó Cantinflas en sus películas, donde de manera graciosa hablaba mucho, pero no decía nada coherente.
El éxito del personaje fue producto de la identificación que el pueblo tuvo con él y que aún en nuestros días experimenta. “Cantinflas supo captar la personalidad del "peladito" que se abre paso entre la muchedumbre e interfiere en lo que no le concierne con la impunidad que le da su origen popular”.
Tras su despegue teatral, Cantinflas también hizo películas interpretando ese personaje en diversas situaciones. Algunos de sus éxitos más sonados son Águila o sol, (1937), Ahí está el detalle (1940), Gran Hotel (1944) y El supersabio (1948). Por si fuera poco, Cantinflas ademas obtuvo el Globo de Oro en 1956.
Después de retirarse, "y ustedes no se despreocupen", Mario dedicó su vida a ayudar a los demás a través de la caridad y de organizaciones humanitarias, sobre todo las que se dedicaban a los niños. Sus contribuciones a los orfanatos lo hizo un héroe del pueblo mexicano.
Resulta interesante que Mario Moreno haya logrado utilizar un elemento recreativo como fórmula para desnudar la sociedad y mostrarla tal cual es, con perfiles de humor, pero también con hondo sentido humanístico.
Mario Fortino Alfonso Moreno Reyes, Cantinflas, indudablemente hizo la Diferencia, en un mundo donde hacer reír es un desafío, pero además, lo hizo desde un personaje cotidiano, y con una aparente simpleza, que le hicieron ganarse el respeto por el estilo de su humor.
Si como dice Wimpi: “El humor es decir la verdad con una sonrisa en los labios”, entonces Cantinflas es un evidente ejemplo de ello.
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