A,
Todos los Niños en condición de Autismo;
un mundo feliz en el Silencio.
Mi Hijo es mi Inspiración. Me tomó mucho tiempo entender... o incluso mencionar la palabra Autismo.
Israel Paskowitz
“Fue un día de verano en 1969. Tenía seis años…estaba jugando en la playa, y mi papá me preguntó: Quieres salir a surfear? Yo le dije que sí. Íbamos en la misma tabla…Yo estaba muy nervioso; tomamos una ola, y él me levantó a mí. El agua me pasaba a miles de kilómetros por hora. Jamás olvidaré esa ola”. Así empieza a contar su historia Israel Paskowitz, o Izzy, para sus amigos.
“Vivíamos en una casa rodante”, continua. “Recorriendo todo Estados Unidos, mis seis hermanos y yo. A los 15 años, decidí que quería ser surfista profesional. Me fue muy bien!”
Izzy ganó su primer campeonato en 1983. Pudo viajar por el mundo, conocer lugares que siempre soñó con conocer. “Vencí a muchachos que eran leyendas del surf. Me sentía invencible”, dice Paskowitz.
Luego llegó Danielle, una hermosa joven de quien se enamoró a primera vista, y se casaron. “Tuvimos a nuestra hija Ella, que es la imagen calcada de mi, y luego a Isaiah, que era el vivo retrato de Izzy”, relata Danielle sonriendo.
Izzy comenta que su bebé tenía un asombroso cabello blanco. “Era tan hermoso!”, dice el ex-surfista. “Se conectaba, decía palabras… Yo tenía el sueño que tiene cualquier atleta profesional para su hijo: Será igual que papá”. Todo era PERFECTO en la vida de los Paskowitz.
Y después…Isaih dejó de hablar. Cuando llega a esta parte de la historia, Israel se quiebra. Empiezan a brotar lágrimas de sus ojos…
“Me tomó mucho tiempo entender…o incluso mencionar, la palabra Autismo! Mi hijo tenía 3 años…Sabia…sabia que tenía que ser un mejor padre”.
Corría 1996. Estaban en la playa…Isaiah, jugaba…y de repente, a su madre, Danielle, se le ocurrió una idea, y se la comentó a su marido.
“Lo tomé a la fuerza, lo llevé al agua…lo subí en la tabla de surf”, cuenta Izzy. “Estábamos corriendo una ola, y el estaba tan…interesado en lo que estábamos haciendo… estaba realmente contento. Un estado de calma se había apoderado de Isaiah.
La sensación del agua, el olor…creo que esos elementos, apaciguaron su comportamiento”.
Para la pareja, fue como si se hubiesen abierto las puertas del cielo. Habían descubierto finalmente, una forma de conexión entre padre e hijo.
En 1999, los Paskowitz fundaron “Surfers Healing” (Sanación de los Surfistas).Y antes que alguien se precipite a sacar conclusiones, comenzó con un campamento de Surf, sin fines de lucro que enseñaba a los niños autistas a navegar.
Su objetivo era enriquecer las vidas de personas que estaban en esa condición, exponiéndolos a la experiencia única de la navegación.
Para el primer campamento, se inscribieron 100 niños. La idea era que pasaran un día de aprendizaje, sanamente, que disfrutaran del contacto con la naturaleza…y que se atreviesen un poquito.
Fue todo un éxito! Los padres estaban emocionados de ver a sus hijos gozando, felices, interactuando con el profesor…y para Izzy constituía un motivo de FELICIDAD enorme.
Han pasado cuatro años. Al ex-surfista profesional, le encanta estar al lado de Isaiah en la playa. Izzy dice: “Mi hijo es mi inspiración”.
Ahora en su cuarto año, el campamento “SurfersHealing” proporciona a niños autistas y con otros problemas de Discapacidad, así como a sus familias, la experiencia única de que los chicos surfeen con profesionales, bajo condiciones supervisadas.
“Surfers Healing” , hoy por hoy, organiza campamentos en todo el mundo, ofreciéndole a más de 3.000 niños anualmente, la oportunidad de esta terapia de un día. Israel está consciente que su iniciativa NO es una cura para los chicos. También admite que no sabe mucho sobre el autismo, pero declara:
“Lo que si se, es que puedo reunir a un montón de niños, y podemos correr olas juntos, y no tendrán que pagar un céntimo. Todo vale la pena por ver la mirada en el rostro de un niño emocionado, cuando captura una ola en el agua”.
Israel Paskowitz es más que un ejemplo de Valentía Moral, es la expresión plena del Amor de Padre que dia a día entrega la vida por su hijos….y a los hijos de la Humanidad.
Fuente:
LOS HIJOS INFINITOS
Andrés Eloy Blanco
Cuando se tiene un hijo,
se tiene al hijo de la casa y al de la calle entera..
Cuando se tienen dos hijos
se tiene la alegría y el ¡ay! del mundo en dos cabezas,
toda la angustia y toda la esperanza,
la luz y el llanto, a ver cuál es el que nos llega,
si el modo de llorar del universo
el modo de alumbrar de las estrellas.
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