DÍA 93, JULIO BOCCA, Defensor de la Libertad de Vivir con la Danza y el Movimiento.

La danza no es sólo transmisión de una técnica sino también de un impulso vital profundo.

Isadora Duncan

“Los aplausos son un agradecimiento a lo que uno da, pero yo no estudié mañana, tarde y noche pensando en el aplauso. Tuve la suerte de ser muy reconocido, pero nunca trabajé para eso”.

Son palabras de uno de los más grandes bailarines contemporáneos, un artista consagrado que dio un golpe de timón a su vida, despertando con ello, expectivas e interrogantes.

En 365 Días de Valentia Moral, nos sintonizamos hoy con la “danza de la vida”, a través del excepcional Julio Adrián Lojo Bocca, mejor conocido como Julio Bocca, bailarín argentino y uno de los más valorados del mundo.

Este bailarin precoz, que nace en Buenos Aires, ya a la edad de cuatro años, comienza a aprender de su madre (Nancy Bocca), sus primeros pasos en el estudio que ella dirigía. A los siete, entra en la Escuela Nacional de Danza, y un año después, al Instituto Superior de Artes del Teatro Colón. Se escribe fácil. De aquellos tiempos recuerda:

“Mi madre y mis abuelos fueron mis mejores apoyos…Tomaba el tren y luego el colectivo. A las 7:45 entraba a la Escuela Nacional de Danza, en la tarde iba a la Escuela Primaria y por la noche tomaba clases en la Escuela del Teatro Colón. Terminaba entre las 20:30 y las 21 horas, e iba al trabajo de mi madre en la Escuela Nacional de Danza. Ella salía a las 23 y yo la esperaba para volver juntos, porque de noche sí que no me dejaban andar solo. Y al otro día a las 5:00 arriba de nuevo para volver a esa rutina. Pero yo la pasaba bien. Andar solo en aquella época era toda una aventura para un niño”.

A los 18 años ganó la Medalla de Oro en el 5º Concurso Internacional de la Danza de Moscú (el más importante del mundo), lo cual le dio la posibilidad de tener una proyección internacional de su carrera, y finalmente, ingresó como Primer Bailarín en el American Ballet Theatre, donde permaneció hasta su retiro en el 2007, después de 27 años de carrera en la danza.

Como artista invitado, es de imaginar que con ese curriculum, ha bailado en los mejores Ballets del Mundo. Para no aburrirlos, solo mencionaremos el Royal Ballet de Londres, el Bolshoi de Moscú,  el de la Ópera de Paris, Alla Scala de Milán y el Teatro Colón de Buenos Aires.

Y si de reconocimiento se trata, a lo largo de su fructifera carrera ha recibido premios y distinciones de todo tipo: Bailarín del Año. New York Times (1987), “Personalidad del año” (1990), otorgado en Francia junto a otras personalidades como la Madre Teresa de Calcuta y el “Premio King David” de la Casa Argentina en Jerusalén (1996), entre otros.

Dos años después de su retiro, Julio aseguraba en una entrevista: “Hace un año que estoy en una casa, quieto. Me mudé a Montevideo porque Buenos Aires está demasiado enloquecida, agresiva. Ahora, por primera vez me siento con los pies sobre la tierra y comienzo de cero". 

El bailarin, efectivamente, entró en una nueva etapa de su vida, en un pais distinto, una casa recién comprada, nuevos amigos…y le esperaba una sorpresa con la que no contaba.

El BNS, cuerpo creado en Uruguay en 1935, es una de las instituciones pioneras de danza de la región. Con un pasado glorioso, la compañía entró, a partir de la década del ‘70, en un cono de sombras tras una serie de calamidades político-burocráticas pero también estructurales (un incendio la dejó prácticamente sin sede activa por casi 20 años).

En 2009, el BNS volvió al centro de la agenda cultural montevideana, cuando estrenó su nueva sede de 25 mil metros cuadrados, con capacidad para 2 mil personas.  Algunos meses después del acostumbrado corte de cintas, el presidente Mujica aprobó la designación de Julio Bocca como Director Artísticodel Ballet Nacional del SODRE en Uruguay.

Fue acertada la elección. De 25 funciones, Julio Bocca pasó a casi 100 anuales, y las giras por el interior del país, se dedicaron a visitar cada departamento, y a actuar en teatros, escuelas o canchas de básquet. 

En apenas tres años, Bocca se ganó un lugar en la historia cultural del Uruguay, gracias a la “popularizacion” del ballet.

A manera de anécdota, les compartimos que dos meses después de asumir oficialmente su cargo, el recien nombrado Director del Ballet, debió suspender una función debido a una huelga. Pasado el trance, se ocupó de dejar en claro: “La próxima, hago la función como sea. Y si no, me retiro a mi casa muy tranquilamente”.

Tuvo ocasión de demostrar que hablaba en serio en octubre de 2011, cuando se convocó el primer paro general de 24 horas contra el gobierno de José Pepe Mujica: no sólo se llevó a cabo la función programada de Giselle, sino que el presidente uruguayo fue el invitado de honor a la velada. 

Desde hace tiempo, Bocca ha hecho un gran esfuerzo para acercar la danza a todos, dándole la posibilidad a quienes esten interesados en estudiarla, y haciendo que sea accesible y de mucho profesionalismo, para las grandes mayorías...Pero no se trata de hacerlo de cualquier manera.

“Quiero transmitir la idea, la filosofía de que para los grandes logros se precisan grandes esfuerzos, grandes dedicaciones y, por supuesto, una gran pasión y vocación”

Julio Bocca ama la Danza; es el aire que respira, es lo que lo moviiza…De ahí que considere necesario que la gente pueda experimentar la libertad de vivir con la danza…con el movimiento.

Precisamente es en esa forma de percibir el devaneo del cuerpo y su deseo de que la danza sea “de todos”, donde reside la Valentía Moral de Julio Bocca. 

Queremos terminar nuestra nota con el mensaje de Julio Bocca en ocasión del Dia Internacional de la Danza, 2010.

La Danza es disciplina, es trabajo, es enseñanza, es comunicación. Con ella nos ahorramos palabras que tal vez otras personas no entenderían y, en cambio, establecemos un idioma universal que nos es familiar a todos.

Nos da placer, nos hace libres y nos consuela de la imposibilidad que tenemos los humanos de volar como los pájaros, acercándonos un poco al cielo, a lo sagrado, a lo infinito.

Es un arte sublime, diferente cada vez, que se parece tanto a hacer el amor que al finalizar cada representación nos deja el corazón latiendo muy fuerte y esperando con ilusión la próxima vez.

No dejen de ver los videos que colocamos más abajo, donde podran ver al gran bailarin latinoamericano en algunas de sus presentaciones. 

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FUENTES:
Andrea del Rio. Blog.
Sebastián Fernández Zini