La transparencia es a Ai Weiwei lo que la libertad fue a otra generación.
Alison Klayman
"De pronto lo llaman, mira el móvil y dice: 'Bah, esta llamada no la voy a atender". "Yo pensé, qué agradable. Poco después lo llaman otra vez.
Mira el móvil y me dice: 'Esta vez no puedo pasar. Es la policía'. Minutos después se escuchan golpes en la puerta. Se levanta a abrirla y allí estaban cuatro tíos que parecían salidos de una peli de acción hongkonesa. Pero así es su vida. Es parte del camino que ha elegido".
Las lineas anteriores son palabras de Jason Wishnow, guionista y director de un corto metraje del cual hablaremos mas adelante y que tiene relacion con nuestro personaje del día.
Hoy en 365 Días de Valentía Moral, queremos honrar al arquitecto, escultor, fotógrafo, cineasta, activista político, actor, defensor de los derechos humanos y luchador por la libertad, Ai Weiwei.
Es extraño encontrar una persona con la capacidad de hacer tantas cosas a la vez. Ai Weiwei lo logra. real. Básicamente es un artista que se desempeña en varias ramas, pero además cuenta con una faceta extremadamente importante que describimos como heroica, dadas las condiciones especificas del pais donde radica: es un activista político en cuerpo y alma, ni mas ni menos que en China.
Nació en el año 1957 en Pekin y es hijo de Ai Ching, poeta revolucionario y miembro del Partido Comunista, quien años más tarde fue perseguido debido a que las autoridades dudaron de su fidelidad al partido. Por tal razón, Weiwei, junto a sus padres, tuvo que exiliarse de China y comenzar una vida nueva en un pais diametralmente opuesto al suyo: Estados Unidos de America.
Weiwei, quien anteriormente había estudiado cinematografía, se involucro en el Arte Pop, el Minimalismo y el Arte Conceptual apenas llego a la ciudad de Nueva York. En ese entonces tenia 22 años y estudio varias disciplinas relacionadas con el arte, que le serian esenciales años más tarde, cuando volvió a China, y tuvo la oportunidad de comenzar a construir el "Estadio Olímpico del Nido del Pájaro".
Desde ese momento, se hizo muy conocido por su arte vanguardista, expresado en diversas formas y colores, llegando incluso a participar en la Bienal de Venecia y en la Documenta de Kassel.
Paralelamente a su creciente fama, se inundó de un fuerte compromiso social que a través de su arte se expresa hasta el día de hoy. Alli plasma innumerables significados sociales y culturales que rompen los esquemas de la sociedad en la que vive. Se muestra critico con el sistema político Chino, al cual describe como "un sistema plagado de injusticia y corrupción".
Mediante sus obras, Weiwei ejerce el sutil arte de la protesta. Estudiando y tomando elementos simbólicos de la sociedad y cultura china, lo que hace el multifacetico artista es modificarlos, romper con todos los esquemas y fusionarlos con el mundo moderno. Por otro lado, a través de su fotografía, cuestiona a la autoridad.
En 2008, un gran terremoto azoto Sichuan, provocando la muerte de casi 70.000 personas. El intenso sismo afecto especialmente escuelas que no cumplían con los requerimientos de construcción básicos, razon por la cual murieron miles de niños. El artista chino no se mantuvo indiferente, y exigio al gobierno una lista con los nombres de los niños que habían fallecido en la tragedia, pero no obtuvo respuestas.
Tras una larga búsqueda, consiguió una lista con los nombres de 5385 niños, la cual publico en su blog. Aunque fue amenazado de muerte, arrestado y golpeado, el acontecimiento lo inspiró a realizar otras protestas, como pintar murales en museos con frases de los padres de los niños que habían fallecido en el terremoto. Una de ellas la coloco en un museo en Alemania, utilizando diversas mochilas de colores que forman las palabras: "Ella vivió feliz en este mundo durante siete años”.
Para la misma exposicion, tambien envio una serie de hierros retorcidos y oxidados que, a su juicio, debían haber sustentado el hormigón de los edificios y escuelas. La obra es una fría denuncia sobre la corrupción que impera en China.
En 2010, por pedido del gobierno de Shanghai, construyó un estudio para las Artes y la Cultura, que fue destruido por el gobierno argumentando que era ilegal. Y en abril de 2011, el artista y disidente más famoso de China fue detenido en el aeropuerto de Pekín, sin derecho a protesta o defensa, y trasladado a una prisión del ejército, durante 81 días; todo el mundo lo daba por desaparecido. Tres meses despues salio de la carcel bajo fianza, y "cargando" con una amenaza de muerte.
Wei wei aún no sabe por qué lo detuvieron, ni tampoco conoce el lugar donde está ubicada la cárcel, pero la imagen de su celda y el recuerdo de las esposas quedaron grabados en su cerebro de artista.
Exactamente tres años después de su detención, el museo Martin-Gropius-Bau de Berlín ofrece al público una de las mayores exposiciones individuales del gran artista, siendo una de las atracciones de la muestra la réplica de su celda, que Ai hizo construir ayudado solo por su memoria.
La celda, convertida ahora en una peculiar obra de arte titulada con el sugerente nombre de "81"—los días que el artista pasó recluido—, produce claustrofobia después de permanecer un par de minutos en su interior.
En la actualidad, el artista no puede salir del país, esta limitado en sus derechos, y constantemente vigilado por el gobierno.
Lo fundamental en Weiwei es su coraje, su capacidad de no darse por vencido, luchando en contra de lo que ve que sucede en su país: desigualdad, falta de libertad de expresión y de transparencia.
La directora cinematográfica Alison Klayman, tuvo un fuerte interés por retratar la vida del artista, que se concreto en el rodaje del documental "Ai Weiwei: nunca arrepentido". En el se muestra la vida cotidiana de Ai, las actividades en las que participa y lo audaz, dinámico y simpático que es como ser humano. Además se aprecian sus obras, asi como una visión distinta de China.
Y por si toda esa vida genial y llena de aventuras, luchas, arrestos, fuera poca, tambien está a punto de estrenarse un corto de ciencia ficción, The Sand Storm (La Tormenta de Arena), con Ai Weiwei actuando por primera vez en su vida, en el rol de un contrabandista. La pelicula trata sobre "la guerra del agua que amenaza al mundo en el horizonte. En ese futuro distópico en el que, por temporadas, el agua deja de fluir, Weiwei es el protagonista. El corto metraje esta escrito y dirigido por Jason Wishnow, quien no tuvo mucho problema en convencer al artista que aceptara el reto de estrenarse como actor.
Ai Weiwei desea lograr un cambio en China. Sus exposiciones poseen el mérito de demostrar que el arte también puede ser utilizado para denunciar las injusticias, y muestra con una crudeza poco común el éxito que ha tenido el artista para convertir la persecución política en Arte.
AI Wei Wei hace la Diferencia de una forma tan original e irreverente, que a muchos, sin duda, dejará perplejos.
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