A,
Nol Cirene Molina.
“A confesión de partes, relevo de pruebas”, dice un axioma jurídico.
Bueno, lo usamos acá para “confesar” que apenas vimos la cara de uno de los protagonistas de este video, nos movió de una forma tal, que esperábamos el final de la Semana de la Alegría y la Felicidad, para publicar su bella historia, que teniendo un "final…feliz", merecía un espacio aparte!
Somos persistentes, por no decir “reiterativos”, en la importancia de “ponerse en los zapatos del otro”, eso que se llama Empatia, y lo cual lleva, en la mayoria de los casos, al paso numero dos, el comprometerse a HACER ALGO, por aquel de los zapatos donde “nos metimos”, y pudimos “ver” desde su perspectiva.
Son tantos y tantos los seres humanos que han de hacer frente a realidades tan duras en sus vidas…Muchos de ellos, y ante la falta de otras maneras de lidiar esas vidas que les “han tocado vivir”, desarrollan formas de protegerse del dolor, un muro, un escudo comprensible, que requiere de un auténtico contacto humano, para transformarlo en algo positivo.
Es de este tema que trata nuestra conmovedora nota de hoy. De la oportunidad de auto realizarse y contribuir a la realización de otros, como seres humanos.
Hoy en 365 Días de Valentía Moral, les presentaremos la emocionante historia de Patrick Otema, un muchacho de 15 años, que nació con la incapacidad de ESCUCHAR, es sordo de nacimiento.
En Uganda, el lugar donde llego al mundo, vive con su padre, y durante toda su vida se mantuvo aislado y en soledad, por su disapacidad.
La cara de Patrick los cautivara…con esos dientes blancos, unos ojos que hablan, la tristeza dibujada que transmite su vida miserable…o mejor dicho…TRANSMITIA hasta hace poco…Algo cambio!
Raymond, un profesor de lenguaje de signos, aparecio en las vidas de los pobladores, donde, al igual que Patrick, muchas personas nunca tuvieron acceso a aprender una forma de conmunicarse.
“El profe” Raymond, sordo desde su infancia por causa de la malaria, ELIGIO regresar a su pueblo, tras un aprendizaje intensivo del lenguaje de los signos, para enseñarselo a todos aquellos que nunca han podido OIR, ESCUCHAR, o como en su caso, perdieron el sentido del oido, dandoles con ello, la posibilidad de integrarse a la sociedad.
En ese remoto lugar de la África subsahariana, donde tantos jamas han siquiera sabido que existe el lenguaje de los signos, han pasado sus vidas, atrapados en sus propias mentes, sin la compañía de nadie con quien hablar y compartir emociones y sentimientos.
De ahí, el valor de la historia que les traemos hoy. Patrick y Raymond, son la muestra fehaciente del como UNA PERSONA PUEDE HACER LA DIFERENCIA.
La vida ha avanzado bien para el adolescente y para muchos otros en aquel pueblito…
Su rostro lo refleja, su sonrisa con esos dientes color perla, nos llega, y nos dice : Por primera vez, se lo que significa ser FELIZ.
El alto nivel de contacto humano que han desarrollado, maestro y alumno, junto a la comunidad, les ha cambiado la vida a todos, para positivo. Incluso, hay toda una película completa llamada “Patrick Speaks”, “Patrick Habla”, en la que se narra este emocionante cambio humano.
Ahora, los invitamos a disfrutar con el video, que, más allá de la empatía, nos hace, por una parte, reflexionar y valorar la capacidad de entrega, compromiso y compasión de una persona como el Maestro Raymond en su misión, y por otra, “vivir” todo el proceso de Patrick, desde su aislamiento hasta su ELECCION de ARRIESGARSE, como veran en el film.
Antes dijimos que UNA PERSONA puede HACER LA DIFERENCIA, refiriendonos a la nota…
Segurisimo que de otras maneras, TU TAMBIEN Puedes Hacer la Diferencia!
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